Las formas han cambiado, como todo. Durante años he ido escribiendo sobre qué pudo influir más en la recuperación (milagrosa) del carnaval en 1979-1980: si el recuerdo de los viejos carnavales anteriores a 1936, o, la cercana influencia de la fiesta gaditana en la televisión (sin la que no sería lo que es). Y de nuevo, al escuchar a los protagonistas de los primeros años en las casetes de mi archivo (transcritas para este sitio web), observo la importancia y el valor que para muchos tuvo recuperar la fiesta a la que se referían y cantaban sus abuelos y padres durante su infancia. Aquellos niños no habían vivido la fiesta durante su infancia, sino que la habían sentido y adquirido por los recuerdos de sus mayores, que es otra forma de vivirla; y también de absorber una cultura (nunca se olvide). Y es probable que, recuperarla, supusiera una forma de homenajear la memoria de sus mayores; cuando el Bollero cantaba lo de "Alcarde, un moón pa ti", o el Conejo (Francisco Pinazo) cantaba lo de la Moneda Mezquina. Dos caras de una misma moneda y de un mismo carnaval, por cierto.
¿Pero qué influyó más...? Creo que la suma de fuerzas provocó una enorme energía. Veamos. El recuerdo del viejo carnaval, más, el espejo gaditano, más, el interés cultural promovido por Luis Melero, más, el afán de protagonismo del pueblo; hicieron el milagro. Explico esto último. Sí, estábamos en los primeros años de la Democracia y la Constitución de 1978, y el pueblo se sentía (y o era), protagonista del momento histórico que vivía. Todo el mundo que ponía en marcha iniciativas lo hacía pensado que ponía su granito de arena en construir un nuevo país. Y así fue. Luego que muchos de los protagonistas de la recuperación de la fiesta entre 1979 y 1980 se afanaran en esta construcción es algo más, es la recuperación de una libertad que permitía al pueblo decidir qué hacer, no sólo a la hora de votar a sus gobernantes, sino a la hora de decidir y representar su cultura. Y eso sucedió con el carnaval, una forma de cultura que no es contratada por el Ayuntamiento para que los ciudadanos asistan a su representación (basta una suficiente coordinación y disposición de medios); sino una forma de cultura en la que el pueblo sube al escenario de la ciudad, sin reglas ni contratos... en la que hasta el Alcalde mismo se jarta de reír.
Como hoy hace buen tiempo
Nos vamos de excursión
Para esta no hace falta firma ni autorización.
Busquemos la memoria de ese carnaval de antaño
Cuando el Dios Momo era el gran dios republicano.
La calle Larios entera está vestía de carnaval
La cruza una carroza llena de gente disfrazá
El baile de la prensa la alta sociedad
Y una batalla flores al laito el mar.
Ya vamos por el Parque, qué bonito está
Cuidao la estudiantina nos quiere atizar
Y el pobre como es pobre lleva un pobre disfraz
Se ha pintao la sonrisa y se ha puesto a cantar.
Fijarse porque ya está el Ayuntamiento ahí
Y viene una murga derechita pa aquí
Ponga oído verán se escucha el piripipi
Que hasta el Alcalde se ha asomado al balcón de ahí
En mi República el carnaval es siempre así
Y hasta el Alcalde mismo se jarta de reír
Si arguna murga con dos coone
A él le quiere decir
¡Arcarde! Piripiiiiiiiiiii
un moon pa ti.
Comparsa LA MISIÓN, 2008. Autores: Sergio Lanzas Olea y Antonio Carlos Rojas Gallego
El Rey vino de incógnito en carnavales
Y se puso en un palco con el Alcalde.
Venía disfrazado de rey de copas
Llevaba en lo arto seis ron con cola.
El Rey que de esto más bien sabe mu poquito
Preguntó al Alcalde cómo se tocaba un pito.
Paco de la Torre que es un gran carnavalero,
Le dijo a Juan Carlos, si quieres saberlo,
Vente un día a las diez pal Ayuntamiento.
Don Juan Carlos de Borbón se meaba de la risa con los cuplés
Mientras De la Torre quería irse rápidamente.
Y le empezó a insistir: "Vámonos Juan Carlos
Que ya estoy arte de toas las críticas de esta gente".
El Alcalde le insistía "Venga vámonos Juan Carlos
Y el Rey dijo gritando: ¡Por qué no te callas que estoy escuchando!
Comparsa EL GUARDIÁN DE LA PALABRA, 2008. Autor: Jesús Martín, Carasucia
