A esto me refiero cuando escribo sobre cómo integrar nuestras formas carnavalescas en las actividades culturales de la ciudad. Propongo el siguiente ejemplo: continuación del Día Mundial de la Comedia del Arte celebrado en este mismo año, y tal y como se anunciado recientemente, Málaga será la capital mundial de del género teatral popular titulado Comedia del Arte del 24 al 26 de febrero en 2012. Y según señalan las crónicas, por primera vez una ciudad no italiana, ha sido elegida para esta puesta en escena en la que intervendrán, además de compañías de teatro malagueñas, otras de distintos países. Un logro cultural de primer orden que llenará de máscaras, disfraces, escenas cómicas y reflexivas (la risa surge de la reflexión) en los entornos de nuestros teatros y el centro histórico sobre la base de un género teatral que viene del siglo XVI; y en cuya organización han participado el Ayuntamiento, la Diputación, la Universidad, el Ateneo, el Teatro Cervantes, Escuela Superior de Arte Dramático, la Escuela de Bellas Artes de San Telmo... ¿Y el Carnaval de Málaga? No, que yo sepa.
Y a esto me refiero sobre la falta de sensibilidad (y probablemente de coordinación) entorno a los valores y posibilidades de nuestras formas carnavalescas en relación con la ciudad. Las relaciones de la Comedia del Arte y el Carnaval durante siglos, y las influencias vertidas entre ambos géneros resultan un aspecto conocido por todos; con una particularidad adicional: la Commedia es un género teatral establecido, y, el carnaval una celebración que ha continuado evolucionando según el contexto de cada tiempo y cada sociedad. Y justo cuando se escenifiquen los pasacalles, las máscaras y las obras teatrales, nuestro carnaval habrá acabado sus celebraciones oficiales. Tendremos primeros premios de grupos de canto, Diosa y Dios Momo y sus versiones infantiles... con calidad suficientes para poner su digna aportación a este encuentro teatral y callejero. Cualquiera de las compañías y sus actores integrantes escucharían con gran atención y apreciarían nuestros valores carnavalescos, algunos únicos en la Europa continental, como nuestros Dioses; y sabrían cómo integrarlos en sus juegos escénicos callejeros.
Sr. Caneda, si de usted depende esta coordinación, le ruego: póngase a estudiar nuestro carnaval, dialogue al respecto con la Fundación y mi admirada compañía malagueña Teatro del Lazzi, y apruebe la asignatura. En este encuentro de la Commedia dell`Arte que se celebrará a fines del próximo febrero tiene usted es una buena oportunidad de gestionar (en lo más estricto del verbo) y hacer crecer el carnaval y la ciudad con sus propios recursos. A esto me refiero.
Ya eras capital de mi cultura,
antes que los políticos llegasen,
llenando tus museos de pinturas,
vistiéndote de fina y elegante.
Tres mil años bailando entre las olas,
con un traje celeste de lunares,
pa que te vendan ahora,
de culta señora,
y avergonzarte.
Tu cultura,
más allá de Picasso,
es de herencia moruna,
sobre un Teatro Romano.
De escenarios,
mi bella cantaora,
y Diana Navarro,
tu garganta embajadora.
Tierra que baila,
por las esquinas,
como tu premio nacional,
Rocío Molina.
Cuantos artistas ves nacer,
cuantos Banderas,
no quieras ser,
analfabeta.
Mírate,
carril-bici, museo natural,
y no hay dinero para una bienal,
de tu flamenco.
Y Málaga es de cine escucharas,
por boca de un inculto concejal,
que a duras penas mete al Festival,
en sus presupuestos.
Solo eres capital,
de un astuto ayuntamiento,
que entiende por cultural,
y por arte el dinero.
Una Baronesa,
bien vale museo,
y la cultura de los malagueños,
en una feria y tronos se ha quedado,
tenemos lo que merecemos,
porque solita tú te lo has buscado,
te lo has buscado.
COMPARSA LA GLORIA BENDITA, 2011. Autor: Miguel Ángel Blanco Mata.