AQUÍ DON CARNAVAL LLAMA POR TELÉFONO A LA CONCEJALÍA DE CULTURA‚ SOLICITA HABLAR CON EL NUEVO CONCEJAL‚ PERO CONVERSA CON LA TELEFONISTA.
Marqué el número de la Concejalía de Cultura y tras varios sonidos de llamada me respondió una señorita de voz respingona:
–Concejalía de Cultura‚ buenos días.
–Señorita‚ buenos días‚ quisiera hablar con el señor Briones‚ el nuevo Concejal.
–¿De parte de quién?
–De don Carnaval.
–Un momentito‚ le paso.
Dijo la telefonista con breves pausas entre fonema y fonema‚ como si la coletilla “un momentito‚ le paso” fuera la rutinaria‚ pero no la debida respuesta a mi solicitud. ‘Y quién era don Carnaval’‚ pareció preguntarse mientras afirmaba transferir la llamada; tanto que apenas unos segundos después volvió a retomar la voz.
–¿De parte de quién me dijo? ¿De don qué?
–De don Carnaval.
–Ahí no‚ mire‚ que dicen que no‚ que no pueden ponerse ahí arriba. ¿Pero qué quiere?
–Verá‚ señorita‚ como ya le he dicho me llamo don Carnaval y represento la fiesta que precede a la Cuaresma.
–No‚ si yo ya me hacía una idea… ¿pero que qué quiere?
–Hablar con el nuevo Concejal para informarle de la celebración de febrero.
-Uy‚ no sé yo‚ ahora en pleno mes de julio con la calor… como que no pega‚ ¿no le parece? Pero por mí que no quede‚ le intento pasar de nuevo‚ ¿vale?
Y de nuevo volvió sonar la espera telefónica‚ tiempo que aproveché para repasar mentalmente las cuatro ideas que quería expresarle al Concejal sobre la fiesta: coplas‚ disfraz‚ fiesta callejera‚ dioses… cuando de nuevo volvió a interrumpirme la telefonista esta vez con la voz aún más respingona.
–Lo siento‚ pero que no puede ponerse. Una reunión‚ ya sabe.
–Qué contrariedad. Es muy importante‚ ¿sabe usted?
–No‚ si yo lo comprendo. Si quiere le puedo dejar una nota.
–Ya –dije sin convencimiento. Y dígame‚ señorita‚ ¿sabe usted si Maldonado ya recogió sus cosas y se fue?
–Sí‚ hace unos días… Hubo mucho jaleo‚ salieron a despedirle todos a la puerta. Menudo jolgorio se montó. Maldonado tenía ese aire de torero de tercera‚ ya sabe usted‚ los que no cortan orejas‚ pero animan las plazas; pues eso. Pero que quiere que le diga‚ aquí ya andaban todos hace semanas como locos pensando en el sustituto…
–¿Y sabe usted si se llevó ya sus cosas?
–Sí‚ llevaba una bolsa enorme; y el Grande una caja con más cosas.
–¿Y el Grande no se fue con él?
–Qué va. El Grande solo le ayudaba con la caja‚ se la puso en el coche y volvió a entrar al edificio‚ no fueran a confundirse… En fin‚ creo que le estoy entreteniendo. En julio y agosto hay pocas llamadas; aunque no crea‚ aquí ya están todos pensando en la Feria de Agosto.
–Para variar.
–No le digo más‚ el primer día que se incorporó el nuevo Concejal‚ lo recibieron con una muestra de fuegos artificiales en el tejado… Sí‚ el Grande sacó una caja con unos cuantos del año pasado‚ y montaron el recibimiento. Por eso le digo que no sé yo si es buena fecha para que llame usted‚ don Carnaval‚ quizá cuando pase la feria…
–Intente pasarme de nuevo‚ ¿le importa?
–Qué le va a importa a una‚ yo estoy aquí para pasar llamadas.
Y de nuevo la espera. Y apenas tuve tiempo para sorprenderme que se hubiera referido al Grande como el Grande‚ cuando volvió a interrumpir la señal.
–Nada‚ que nadie se pone. No sé yo si usted es muy conocido en esta casa‚ porque… o a lo mejor le conocen muy bien y por eso no hay forma que le atiendan. Pero ya ve‚ no puedo hacer más…Por cierto ¿y al año que viene cuándo empieza el carnaval?
–Fíjese‚ entre otras llamo por eso‚ porque el carnaval comienza el 7 de enero‚ un día después del de Reyes; y hay mucho por hacer.
–¿Pero el carnaval no es en el mes de febrero?
–Sí‚ pero como este año la Cuaresma comienza en febrero hay que adelantarlo todo.
–Menuda contrariedad‚ ¿no?
–Sí‚ pero hay que respetar las fechas. Es importante. Aunque lo que son las cosas‚ últimamente son los Capillitas los que se las saltan a la torera. No hay año que en pleno carnaval no haya un traslado‚ una exaltación‚ o un acto de afirmación cofrade en el Cervantes... Cualquier año se encuentran con cuatro coplillas bien cantadas y…
–Me va a disculpar usted‚ don carnaval‚ pero no puedo entretenerme más.
–Una última cosa‚ ¿sabe‚ usted‚ si el nuevo Concejal tiene estudios?
–¿Quién?
–Don Miguel Briones‚ el nuevo. ¿Que si tiene estudios?
–¿Estudios? ¿Es que para ser Concejal de cultura hay que tener estudios?
–No para ser Concejal‚ pero sí para comprender el significado y el valor de la cultura popular.
–Ya veo.... Mi abuela dice que enseña más lo popular que la universidad.
–Su abuela es muy lista‚ aunque improvisa el refrán.
–¿Qué edad tiene su abuela?
–Casi noventa. Pero está muy lúcida‚ no crea.
–Pues pregúntele por el carnaval.
–Ya… Bueno ¿quiere que deje una nota de su llamada?
–Sí‚ por favor; pero no se la dé al Grande‚ que seguro la rompe.
–¿Y qué mensaje escribo?
–Que volveré a llamar.
–¿Y de parte de quién dejo la nota?
–De don Carnaval.
–Claro‚ qué tonta soy.
Y me colgó.
(Continuará…)
