Hace unos días escuchaba al gran Sergio Lanzas en una de sus habituales intervenciones en el programa deportivo local de Onda Cero que dirige Velasco, y con su habitual forma de interpretar carnavalescamente la actualidad, ni corto ni perezoso, leyó (a modo de carta) un cuplé largo sobre la publicidad que Porsche recrea en el marcador luminoso del estadio (metáfora de los actuales buenos tiempos económicos del Club), y la memoria modesta de aquellos años de nuestra infancia y adolescencia cuando íbamos al estadio de Martiricos y los anuncios que los altavoces pregonaban eran otros, no mejores que los de ahora, conste. ¿Recuerdan? "Mientras usted está viendo ahora el partido, su coche corre puede correr peligro..." "¿Está usted falto de vitaminas? La Cancela es una mina. La Cancela Campera..." "Garaje Catedral..." En suma, una memoria sentimental, tanto como el Club Deportivo Málaga, el Malagueño, y la sociedad actual que emergió de tercera división hasta la llegada del Jeque y los actuales éxitos deportivos.
Tendría que dedicarle semanas a revisar mi archivo hasta hallar las coplas que los autores del carnaval le han dedicado al Málaga de las penurias y los éxitos. De hacerlo, indudablemente, el resultado nos mostraría una guía con la que recorrer la historia del Club durante los últimos 30 años desde el punto de vista popular, y sobre los aspectos más destacados: las victorias históricas del entrenador Benítez, los descensos y ascensos continuados, las remodelaciones de La Rosaleda, la desaparición del Club a principio de los años noventa, el resurgimiento deportivo, los grandes futbolistas... hasta la actual era del jeque. Pero especialmente comprobaríamos la historia sentimental de una época que late en nuestra memoria como la publicidad de la Cancela Campera, casi como nosotros mismos.
Y como la memoria se construye con buenos ejemplos, ilustro esta breve reflexión con la del típico reventaor malagueño (no sea que no nos clasifiquemos para la Champions), tan ajeno a la memoria sentimental, y tan cercano a ese espíritu tan crítico con lo que somos.
Malagueños:
Me he molestao en sacar esta chirigota porque quiero daros un mensaje de paz:
¡un moón par carnavá!
Es que no lo puedo evitar. Soy un perfecto reventaó:
Er Málaga, venga a hacer fichajes, to la gente mu contenta, ¿y qué? Ahí está, pa descendé.
Es que no lo puedo evitar.
Gana España er mundiá, to la gente mu contenta, desde luego; po yo no. El gol de Iniesta fue en
fuera de juego.
Es que no lo puedo evitar.
¡Málaga, la tercera ciudad más bonita de Andalucía!, porque hombre, Granada con la Alhambraaaa
y el Parque María Luisaaaaa, y la Mezquitaaaaa; ¡Ah!, entonces la cuarta.
Es que no lo puedo evitar.
La Semana Santa de aquí es una maravilla, pero vamos, el respeto que hay en Sevilla.
Es que no lo puedo evitar.
Er carnavá, hombre er carnavá: er de Cai, donde va a pará.
De allí la gracia he cogío y mira lo que me ha salío:
....
Un moro, un moro, un moro.
¿Por qué tenía que tocarme un moro
pa que comprara mi equipo?
Pero, ¿qué te he hecho yo a ti?
Con la de empresarios forraos,
tiene que tocarme un moro
que tiene catorce nombres.
¡Qué peasso DNI!
Dicen que el nota tiene
cien empresas, diez ferraris, muchas minas y billetes
pa quitarnos la ruina.
Pero yo te tengo calao,
a ver si inviertes en un portero
y si tú no encuentras ninguno
ahí tienes al gordo ese,
el tío desagradable que le escribe a los Gallegos.
En el Puerto de la Torre
ha dicho el De la Morena
que van a hacer por lo visto
un peasso estadio impresionante
que están dudando entre ponerle
“Qatar” o “San Cayetano Arena”.
A los Malaka les digo
que se piren y se vayan,
las cosas van a cambiar
y allí solamente animarán
el “Frente Dalí” y el “Frente Las Navas”.
El moro va vacilando
que tiene dinero a espuertas,
po a ver si gastas un poquito
y te vas operando las dos orejas.
Con el rollo ese de que vas a invertir,
Abdulah Ahim Absim Cabsum Al Thani
tú no vas a engañarme a mí.
Puedes contruir un estadio o regalar
pal arcarde diez millones.
Y si quieres darle otro millón
pa los de Diputación
conmigo no cuela porque yo
soy un español y hombre de razaaaaa.
Si a mi murga le dijeras tú
que le ibas a dar un millón
(¿con un millón me vas a comprar tú, Chiquetete de Qatar? ¡Te comoooo!
Dame un buen abrazo paisaaaaa.
Murga Los Gondoleros Venecianos que lo trincan con una mano, 2011. Autor: Sergio Lanzas Olea.