El viajero llega a la estación y observa su billete. Mira en la pantalla su número de AVE y localiza el número de la vía adonde dirigirse. Pasa el control de equipajes y espera distraídamente en la cola de acceso al andén. Un funcionario corta, con un gesto mecánico y una sonrisa forzada, la comprobación de su pasaje. En Atocha el bullicio es enorme. Accede a su vagón, coloca su equipaje y toma asiento. Las 09.35 horas. El tren comienza a moverse con un gesto silencioso. Las azafatas reparten la prensa del día, el café. Comienza una película. El Tren sigue su marcha. Próxima parada: Ciudad Real. Próxima Parada: Córdoba. Suben nuevos viajeros, se bajan otros. El viajero saca su pasaje y lee: María Zambrano..., reflexiona sobre la figura de la pensadora, y algunos de sus libros que leyó cuando era estudiante y que recuerda subrayados y con anotaciones en los márgenes, y, en Chantal Maillard quien tanto escribió sobre ella y su pensamiento clarificador. Sabe que la pensadora malagueña es una de las grandes figuras del siglo veinte... El paisaje del Chorro anuncia al viajero la Málaga fértil del valle del Guadalhorce, los limoneros, los naranjos. Son las 12.10 horas. Hace rato que concluyó la película en los monitores y ahora un mapa refleja la ruta final del viaje, el acceso al corazón de su ciudad: Cártama, Los Prados, Huelin... Próxima Parada: Estación María Zambrano, final de nuestro viaje; se anuncia... A las 12,15 horas el tren se detiene y el viajero sale al andén. Camina por la estación sintiéndose en su casa, en su barrio. Al salir alza la vista y lee las enormes letras: Estación María Zambrano. El viajero se lamenta. Mira su pasaje de tren y lee: Puerta de Atocha-María Zambrano. Y de nuevo se lamenta. Ha llegado en el AVE al corazón de su barrio, el que cita Cervantes en el Quijote, el de las coplas, el del Mercado del Carmen, el del Chiquito, el de sus abuelos y sus padres. Y solo entonces, al volver a mirar de nuevo las enormes letras, cree leer: Estación del Perchel. Málaga... Sólo entonces el viajero arruga con un gesto contenido su pasaje de tren, lo deposita en una papelera, y vuelve a lamentarse mientras camina hacia la memoria que esta ciudad parece siempre ir perdiendo en cada logro y avance del futuro.
Llovía sobre mojado,
La mañana que llegaba,
Ese tren tan añorado,
Que desde un tiempo pasado,
Nuestra Málaga esperaba... esperaba.
A bordo la comitiva,
Que acostumbra a salir,
Para sellar de por vida,
Su traje de postín.
Los políticos de siempre,
Van buscando en la llegada,
Esa foto que no falte.
Y como hacen tantas veces,
"Pa" inmortalizar su cara,
Que ha llegao por fin el AVE.
Y a la llegada comienza,
Esa guerra de intenciones,
Y siguen con la pelea,
De haber quien coño se cuelga,
La medalla de que el AVE ya llegó,
Porque han echao dos cojones.
Como siempre,
Oportunos como siempre,
No sea que el tren a la gloria,
Se les escape y la historia,
No los contemple.
Se anunciaba la llegada,
Con minutos de adelanto,
Nuestra Málaga esperaba,
Ese tren tan deseado,
No se cuelguen más medallas,
De quien ha traído el AVE,
Que el AVE por vuestra culpa,
Ha llegao diez años tarde.
Comparsa POR ARTE DE MAGIA, 2008. Autores: Dede Cortés y Juani Serrano.
