Llevo todo el día tranquilo, pero según se acerca el momento de la actuación, una sensación alegre te empieza a revolotear por el estomago. El Teatro es como un genio de la lampara que hoy quiere cumplir mi deseo.
Se me hizo eterno que llegara este día, la semana pasada parecía un año hasta que supe de él, y hoy se para mi mundo para dedicarselo por completo a mi comparsa. Dejo todo lo demás, me subo ahí con los míos a cantarle a la tierra que me ha dado cobijo, la que ahora siento mía como si hubiera nacido aquí.
Todo el que me conoce sabe que no le escribo ni una línea a mi grupo desde que construí esta web y esta noche quiero decirles desde este rincón de mi propia opinión, que estoy orgulloso de ellos y de haber estado tantos años subido en la Arrollera.
Gracias Ginés.