Danos la esperanza de un mundo mejor...
Al paso del trono de la Virgen de la Esperanza, que lo mismo que al Señor seguían infinidad de hombres, mujeres y niños, que cumplían promesa, los tronos eran totalmente cubiertos de flores que arrojaban desde muchas casas. Hemos presenciado la entrada de la Cofradía en el templo, entonces se han registrado los momentos más interesantes y emocionantes, saetas y vítores se confundían, el fervor y la alegría de los cofrades con la de los buenos vecinos de aquel populoso barrio se exteriorizaba en forma tal, que a la par que todos ellos hemos llorado de entusiasmo.