La comparsa que dirige Ginés González es una de las pocas agrupaciones que mantienen la edición del libreto de coplas, y su delegado Paco Bao siempre tiene la enorme amabilidad de entregármelo durante el concurso: Para tu archivo, me dice. Recuerdo que escuché la comparsa primero por la radio en el concurso de Cádiz y escribí un email a Maxi con mis primeros comentarios sobre sus coplas. Bueno, tengo pensado cambiar un montón de cosas para el concurso de Málaga, me respondió. No podía creer que en una semana fuera capaz de cambiar estrofas del repertorio, ensayarlas y presentarse en el Alameda como si no hubieran cambiado ni una coma durante meses. Pero es la ventaja de tener un grupo como el del Arroyo y el privilegio de contar con un autor como él, tan completos ambos. Recuerdo la primera vez que les oí cantar en el Alameda, yo cubría las retransmisiones de Canal Málaga TV y a mi lado estaba José Miguel Morales, la comparsa se llamaba Con sabor a miel, y sería el año 91 ó 92. Y ya entonces, aunque no escribía Maxi sino Andrés Jaén, el grupo ya contaba con esas constantes de su estilo: la afinación, los adornos por quejidos, la calidad de las guitarras…; en fin. Y desde entonces a hoy, los años nos ha regalado la visión de Máximo Gómez para hacer de su universo de coplas carnavalescas una oportunidad para la diversión y el afán de reivindicación y justicia. Esa misma Justicia ciega como la metáfora de su comparsa del pasado año: “Declaro culpable a la rima, por más que esté bien cantada, cuando abriga una mentira, y luego el poeta encima, no te la dice a la cara. (…) Cuando estudiaba derecho, derecho carnavalero, me licencié de coplero, en un callejón estrecho. (...) Si esto no fuera un disfraz, si yo fuera un juez de verdad…” Ah, Delfín –me señaló Paco Bao–, me he permitido escribir en el libreto una misiva al Sr. Alcalde y los concejales. La busqué y la leí:
“Los Carnavaleros somos Cofrades, rocieros y feriantes y nos sentimos orgullosos de serlos y participar de forma activa. También tenemos la imperiosa necesidad de contar con un local digno para poder dirigir, junto a la Fundación Ciudadana del Carnaval los problemas y mejoras de nuestra Fiesta, y a la vez tener un Salón Exposición permanente de nuestros atuendos e Historia de nuestros Carnavales. Esperemos que los Proyectos que llevan años encajonados vena pronto la luz”.
Después de leerla miré a Paco con afirmación y le dije: Ay, si yo fuera un juez de verdad…
© David Delfín
Fotografía: Juambe Cobos http://carnaval2009malaga.blogspot.com