Para la civilización griega (inventora de este mundo) las ocasiones para la risa y la burla no coincidían con las situaciones cotidianas sino con aquellos momentos especialmente señalados para el regocijo y la festividad. Hoy, como sabemos, el carnaval no es un momento de excepción, sino más bien una tradición cultural según los pueblos y que permite acentuar unas formas determinadas de expresión tales como la máscara, la burla, la crítica, etc. “El show ya da comienzo atento por que empiezo, hacer feliz al mundo con mis bromas, no me tomen a mal si alguno se despista, porque estos bromistas todo se lo toman a risa”.
Ya en 1998, si no recuerdo mal, el grupo familiar de Los Gallego presentaron la comparsa La Burla, tal vez como un antecedente de Los Bromistas del pasado año y con la que abordaron una reflexión sobre las opciones de diversión con la modalidad de comparsa. Un debate que ha existido siempre y sobre el que se agradecen apuestas tan arriesgadas como la de Antonio Carlos Rojas Gallego en su afán, creo yo, por demostrar nuevas posibilidades de expresión para una modalidad considerada tradicionalmente más formal (o seria) en su tratamiento del tema, el personaje, el disfraz, la crítica en las coplas, etc., y que probablemente está anquilosando a la comparsa en toda Andalucía. Ya que el problema no está en la temática que se elige, sino en la forma de abordarlo; es decir, pesa el tono de la modalidad más que el personaje (incluso cuando se han elegido tipos cómicos se han abordado desde un punto de vista más alegórico, sin riesgos). Bien es cierto que, y sobre este asunto se me ocurre profundizar en otra ocasión, al menos a lo largo de los últimos diez años, grupos ha habido en nuestro concurso que han dejado atisbar (en sus repertorios: algunas presentaciones y popurrís, especialmente) ciertos guiños de interés por dotar a la modalidad de un tono más, permítanme decirlo: carnavalesco.
Siempre entendí que no existe un cuplé de murga y otro de comparsa, sino que el cuplé es cuplé y no debería estar condicionado por la modalidad, y sí atender a sus características propias: burla, parodia…; luego bien podría la comparsa ir modificando sus formas hacia otras de mayor comicidad, ¿por qué no? Y en esto, la comparsa Los Bromistas (especialmente con sus juegos teatrales, distintos pasajes del popurrí…) fue ejemplar y creo que pudo mostrarnos algunas vías de cómo hacerlo: “Por eso me hice yo bromista, porque hay que buscarle las cosas graciosas a la vida, por eso me hice yo bromista, porque hay que reírse de todo y de todo buscarle la punta más fina, tienes que quitarte toas las penas, y sacar la guasa a relucir, porque bastante pena ya
tenemos todos, disfruta a mi modo ponte a sonreír…”
De la misma forma que las comparsas malagueñas han sido pioneras en utilizar la modalidad como medio para la recreación histórica (recordemos las últimas comparsas de este mismo grupo bajo la autoría de Sergio Lanzas, o algunas de los hermanos Gutiérrez, o de Juambe Cobos) o como medio para la representación (en el sentido de mostrar todas sus facetas) de algunos de los grandes temas de la humanidad (recordemos algunas comparsas de Máxi Gómez, Jesús Delgado Martín “Carasucia”, Juan Manuel Germán, Dede Cortés…); también sería posible vislumbrar una comparsa más orientada a la comicidad y la ironía desde el disfraz, la teatralidad, la música y las coplas; un objetivo para el que están sobradamente preparados tanto los autores como el público.
Un ejemplo: en 1992 la comparsa Así es la Vida de José Miguel Morales y Manuel J. López presentaron dos composiciones musicales de pasodoble y dos de cuplé; y hoy, no solo las bases lo permiten, sino que ya hay grupos que lo han valorado para 2011. Luego, seguramente, será solo una cuestión de tiempo e ingenio ir realizando cambios más humorísticos en la comparsa, que por carnavalesca también esta modalidad tiene la capacidad de hacer reír, y la primera agrupación en interpretar pasodobles o el popurrí con tonos irónicos, humorísticos, de parodia o sátira, dará el paso definitivo. Los coros gaditanos están en ello. Se trata de mantener la calidad musical y de las letras y cambiar el rumbo hacia donde, sin ir más allá, explica el estribillo de estos fenomenales bromistas:
Si la risa curara tus penas
Estaría mi vida intentando niña que te riera
Si mis bromas curaran tus males
Yo te entregaría toda mi risa por carnavales
Y si eres un loco enamorao
Y nunca en tu vida tú has bromeado
Vamos todo a cantar a la vez
Levantando las manos y los pies
Y ahora cuenta conmigo chiquilla….
1, 2, 3….
Málaga de mis amores si bromeas tú conmigo
Cómo no te voy a querer.
Comparsa LOS BROMISTAS, 2010. Autor: Antonio Carlos Rojas Gallego.
Fotografía: Juambe Cobos.
http://juambe.blogspot.com