El pasado año la murga que dirige José Manuel Corpas, Chema, logró un puesto en la final del concurso de coplas con La Terapia: “Loco no estoy, señores; yo lo que tengo es un problemilla, espero que se cure, con las terapias, y con las copillas…” y el hecho me permite ahora recordar los muchísimos años en lo que yo he seguido su voz murga tras murga, su voz de tenor arropando los grupos de esa familia que formaron durante los años noventa Jorge Montesinos, el Chino; nuestra Paqui Prieto, Diego Flores, Paco Bao…; de la que aún resuena la voz de Chema y que hoy, tanto tiempo después, sigue siendo un referente en la fiesta, ahora como director de su propio grupo; verificando que el carnaval es una escuela en la se aprende a ser murguista, director o autor, con la debida dedicación por hacer grupo, amistad, coplas y fiesta. Ahora que conmemoramos el treinta aniverario (un poco desapercibida esta importante conmemoración) de la recuperación de la fiesta en 1980, me permití señalar al efecto durante la conferencia inaugural de León Gross hace unos días, que además de la importante evolución de la celebración en Málaga, o de haber cruzado la barrera del siglo XXI, lo más importante, es que al cabo de este tiempo, ya existen varias generaciones de malagueños que han nacido con la realidad del carnaval, un hecho que probablemente perpetuará la fiesta para siempre. Y como muy bien reivindica Chema en cada ocasión que puede, sin duda porque lo vivió de forma directa durante su etapa en el grupo de Jorge Montesinos, el Chino; la labor de futuro de Paqui Prieto con los niños, quizá sea la fórmula más eficaz no solo para el oficio de las coplas, sino también para el aprendizaje de una cultura.
Señores, guarden silencio,
ya sale mi grupo
vamos a estarnos callaítos,
ponedle atención,
se levantan las cortinas
ahí están mis niños.
A quién se le ocurrió el tipo,
qué imaginación,
nada más hay que darle compás
que sin guitarra ni ná
esta gente han aprendido,
bendita la mano que les incurcó,
que los llevó a un escenario
tan grande y vacío
para llenarlos de risas, colores y amor,
para mí que está alumbrada,
cualquiera sería capaz
de meterlos en verea;
una paciencia que yo,
que yo ni diez como yo,
para hacer cositas tan bellas,
chiquilla, que estas para todo,
cuántas veces empapé
tu hombro contando penas,
ay… si para ti,
vaya, decir, que no, te sale
que una letrilla
va… por ti, amiga mía,
va con todo el cariño,
para la que nunca se rinde,
la Paqui… mi Paqui,
la de los niños.
Pasodoble de la Murga La Terapia.
david-delfin@grupogea.com [Vuelo 7988]
Fotografía: Juambe Cobos http://carnaval2009malaga.blogspot.com