La opinión general del Carnaval de Málaga clama evolucionar las letras y llegar cada año a nuevas cotas en los repertorios. Las agrupaciones dejan un listón cada vez mas alto con sus críticas, y el público malagueño quiere escuchar y aprenderse las nuevas coplas de cada año, así es como hace tiempo se le ganó el pulso a la letra sencilla, dando paso a verdaderas obras de arte.
Superar ese listón cada año estará más difícil, los autores se esmeran y mucho. Hace unos años hablando con Maxi, en un ejercicio de los suyos me preguntaba sobre el enfoque que yo daría a un pasodoble dedicado a un partido de fútbol, despues de darle varias vueltas, el resolvía escribiéndolo desde el punto de vista de la pelota.
Hay letras de pasodoble que deberían considerarse arma blanca por lo que duelen, otras deberían estar prohibidas. También hay letras tan sensibles que pueden partirte en dos pedazos el corazón y otras que te devuelven a la vida. Te vendrán muchas letras a la cabeza y cada una viene con un recuerdo de la mano.
Pues voy a destacar a esos autores anónimos que arriman el hombro con sus letras, y no firman, que no podrán figurar dentro de los autores por no tener sitio en la hoja de inscripción, son muchos, y dentro de una agrupación llegan a veces a superar en ingenio al propio autor, y ellos seguramente serán parte algún día de una nueva agrupación y así seguimos creciendo.
Dentro de una inspección rutinaria para comprobar si estaba estudiando, mi padre me zarandeaba los libros y caian los retazos de letras como las hojas de un arbol; con la consecuente regañina y castigo sin salir, lo que yo aprovechaba para seguir escribiendo. Y es que es tan difícil ponerse, como dejarlo.