<p>La segunda noche de preliminares del concurso de canto del Carnaval de Málaga que se celebra estos días en el Teatro Alameda fue una jornada completa de coplas. El público esperaba –siempre es fiel paciente y espera– que ocurriera algo importante porque el cartel de agrupaciones así lo vaticinaba. <br />
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Había expectación por ver el regreso tras un año de ausencia de David Santiago y su comparsa –muy querida y valorada– que volvió a cautivar (especialmente en pasodobles llenos de poesía intimista). El huérfano la leyenda de Lucifer nombre de la agrupación cantó a Málaga y a quienes siguen la estela de Jesucristo exclamando sentimientos así: “Yo que condeno el oro de sus altares y sin embargo adoro su crucifijo”. <br />
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Y es que en el alma de muchos carnavaleros hay encarnadas otras dos pasiones: la de cantarle a sus devociones religiosas o a su tierra la única y común excusa por la que se suben a las tablas. Algo que también exhibieron otras dos comparsas de la noche.<br />
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Por un lado el grupo de los Gallegos primer premio de 2006 que se presentó con El último amanecer. Es una gran metáfora escrita por Sergio Lanzas de lo que significa enfrentarse al concurso de canto. Es un reto continuo que raya la locura; es el infinito amor por Málaga que hace batirse en duelo a todos y en esta ocasión recreando uno del siglo XIX en los baños de Apolo como telón de fondo. Espectacular resultó el popurrí con confesión en latín incluida.<br />
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La otra apuesta de nivel es la de la comparsa que dirige desde este año Ángel Montilla. La última cruzada reprodujo la ermita de San Lázaro en escena para recrear la Málaga de los años 30 y la quema de conventos. Demostró que el carnaval sirve también para recordar la historia y que ésta sirva de inspiración. Las ganas de decir algo en esta fiesta que tiene la comparsa El espejo de Alhaurín El Grande también merece el aplauso.<br />
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En murgas había inquietud por ver al ex grupo de Ángel Montilla Y ahora ¿qué hago yo? Éste hizo parodia del marido holgazán al que lo deja su mujer. Pese a la imagen machista del personaje el retrato fue fidedigno e ingenioso. Hizo reír bastante y estuvo bien cantado ¿quién da más? Abrió el telón Pa figura la mía de Quique Pedrosa que hizo honor al nombre y armó el belén. Carnaval disparatado y exagerado no faltó tampoco con Cuadro flamenco: ozeílla la coja y ¡Uh qué peste!</p>
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María Antonia Delgado.<br />
<em>Periódico ADN Málaga</em></p>