Con este lema, Diez años no son suficientes, la murga que dirige Alberto Zumaquero celebró el pasado 26 de julio en el salón de actos del nuevo edificio de la Diputación Provincial su décimo aniversario como agrupación. La actuación congregó a centenares de seguidores que durante dos horas disfrutaron con las coplas y la memoria de esta murga que cuenta con tres primeros premios en el concurso de Málaga.
El salón de actos de la Diputación Provincial completó su aforo en pleno mes de julio para la celebración del cumpleaños de la gran murga que dirige Alberto Zumaquero; una velada muy bien pensada para que todos los asistentes pudieran revivir la historia carnavalesca de este grupo y la de sus incondicionales seguidores. Una celebración que a la postre resultó más un sincero homenaje no solo a diez años de coplas y coplas, sino de vivencias con las que este grupo humano ha ido creciendo para poder ganar el mejor premio: el de la memoria y la amistad de una familia (el Grupo) y la otra gran familia que componen el público carnavalesco.
La murga se inició en 2000 de la mano de Ángel Valderrama con la base de la música de la obra El Violinista en el Tejado en la presentación para la murga Los Muariscos, y, en 2001 con En el Punto de Mira; dos agrupaciones que permitieron descubrir un Grupo que con los años llegaría a consolidar un estilo en Málaga. Valderrama, se trasladó para cantar en solitario y por bulerías el pasodoble Como No Soy, un piropo a la ciudad y homenaje a la murga.
El recuerdo de cada uno de los disfraces y temas elegidos durante estos diez años fueron introducidos eficazmente con la proyección de imágenes y vivencias, seguido de la interpretación de la presentación, con lo que era fácil no solo recordar sino también darnos cuenta de lo mucho y bueno que está sucediendo en el carnaval de Málaga, y que por estar sumergidos en el ajetreo de la fiesta, quizá ni nos percatamos. Luego ésta era una magnífica oportunidad para que Murga y público tomaran conciencia y recordasen a Los Islámicos de 2002; a Salvados por La Campana de 2003, aquellos hombres de trono que se llevaron al Alcalde por delante (...soy socio de La Campana, La Casa El Guardia, y también de El Pimpi). En 2004, Ya Llegan Los Cuartos; y los primeros premios de 2005 a 2007: Voy PaBao, Los Frescos, y, No Hay Dos Sin Tres, con las que esta agrupación forjaría una forma de modelar la murga y sus tremendas posibilidades, esto es, como una capacidad de retratar situaciones cotidianas o no, llevadas a la parodia y al absurdo, y hacer con ello carnaval cantado en su estado más puro. Rubén Gallego Lastra y Antonio Carlos Rojas Gallego, por separado, homenajearon a la murga con sendas interpretaciones libres de dos pasodobles de la murga, con lo que quedaba demostrado que las creaciones carnavalescas de calidad pueden ser algo más, y éste era el momento y la oportunidad de comprobarlo.
De los últimos años la murga recordó sus títulos Pa Viae Er Mío, y, Los Impresentables, como colofón de una velada en la que también hubo oportunidad de recordar a las madres y los hijos de los componentes, sumado a una gran emoción que Sandra Moreno, con su interpretación de un pasodoble convertido en una nana y con su bebé en brazos, hizo patente para todos; además de la despedida del grupo al cajista.
Y para finalizar, la mejor definición que este grupo ha logrado forjar de una murga, sus diez estribillos (auténticos himnos callejeros ya en la memoria de todos), un popurrí selección de cuartetas inolvidables y un pasodoble final (de esos serios que tanto le gustan a Zumaquero) como regalo para nosotros los escuchantes y aficionados al carnaval de esta gran murga, porque diez años no son suficientes.
Que cumplan muchos más, es mi deseo.
VALE. David Delfín