Desde la pasada noche de San Juan comenzó oficialmente el verano. Un verano para descansar‚ para no pensar en trabajo. Para escapar del ordenador. Un verano para tus amigos‚ para quien te quiere y para irse a la playa o la sierra. Un verano para contar estrellas‚ para soñar y para no perder ni un segundo.
En términos de carnaval es uno de los momentos preferidos para plantear las nuevas ideas junto a tu gente. Hay quien piensa que estamos locos‚ y no se les puede quitar razón porque es tan impredecible la actitud del carnavalero que hasta puede llegar a sorprender. Te encuentras quien empieza a ensayar en marzo como el que empieza un mes antes del concurso. O quien pasa todo el verano metido en una sala preparando sus pasodobles. Y hay pasodobles que se escriben en cinco minutos como en tres meses‚ o acordes y arreglos musicales que se maduran durante todo el año.
Que narices‚ el verano es para descansar‚ para pillar puerta con la guitarra y la tienda de campaña y terminar en el confín mas infinito de la tierra con una chica bonita. Yo tengo claro donde me voy a pegar toito el mes de agosto. ¿No te imaginas donde?
Un verano para la tranquilidad. La tranquilidad‚ ese es el sitio desde donde nacen las coplas... ¿Y yo porque terminaré siempre hablando de lo mismo?
Glú glú glú ..
las olitas del mar‚
ya no te quieren cantar
¿porqué será?