Evidentemente, la mayoría de los que leemos esta página somos carnavaleros, es decir, formamos parte de un grupo, pero ¿nos hemos parado a pensar lo que significa "grupo"?
Según el diccionario de la Real Academia de la lengua Española, un grupo social, llamado también grupo orgánico, es el conjunto de personas que desempeñan roles recíprocos dentro de la sociedad. Este puede ser fácilmente identificado, tiene forma estructurada y es duradero. Las personas dentro de él actúan de acuerdo con unas mismas normas, valores y fines acordados y necesarios para el bien común del grupo.
Tal que así nos lo presentan, pero cada uno de nosotros, los que formamos ahora o hemos formado antes parte de un grupo, ¿somos conscientes de ello?
Puntualicemos cada parte de la definición:
- Roles recíprocos: cada uno de nosotros tenemos una función, hay octavillas, tenores, segundas, guitarras, bombo, contra-altos, caja y en algunos grupos alguna que otra más, no es ese rol al que se refiere; se refiere a que uno hace los chistes, otro pone el granito sentimental, otro pone la cordura y muchísimos más detalles que se nos pueden quedar en el tintero.
- Necesarios para el bien común: "aquí viene el problema".
Entendemos a priori que cada grupo tiene un bien común, pero tenemos claro cual es en cada uno de nuestros grupos?.
Hay grupos que, su bien común, es hacer disfrutar a la gente ya sea en la calle o en el teatro, y a la vez disfrutar ellos mismos con su agrupación, con los componentes.
Otros prefieren dedicarse a ganar premios, porque piensan (y quizá sea así) que lo que le les da prestigio, es justamente esa etiqueta, la de "grupo ganador".
¿Pero, y lo bonito que es, salir ahí a la calle Larios, o a todos los rincones de la capital donde te puedas arrinconar, cantar unas letrillas; y que la gente disfrute con buen gusto de la energía que desprende esa murga o esa comparsa?.
Cada ensayo, es una experiencia más con tus amigos, son anécdotas, son (como dice mi colega el Kara) una birritas a gusto, el típico tío con su rol de "gracioso" soltando bromas y no parando de reír, el hacer del fallo de los músicos el "cachondeito" del día, es ser pícaro con tu director, porque con alguien habrá que meterse... son tantas y tantas cosas, que los premios se quedan en un lejano segundo plano.
No olvidemos nunca esto, la gente te hace "persona", los premios te hacen "ambicioso", por ello prefiero ser "persona".
Fer
P.D. Suerte en la calle "pa to" los carnavaleros.