Desde que fuera instaurado el Concurso de Coplas en 1983, y durante casi una década, existió una norma no escrita entre las agrupaciones de dedicar el primer pasodoble a Málaga (con un marcado carácter hacia el tipismo), sin duda, como un acto de afirmación e identificación de la fiesta con la ciudad y viceversa, tras el momento histórico de la recuperación del Carnaval. A partir de la década de los noventa, el fenómeno se fue relajando poco a poco, y la tradición del pasodoble-piropo fue deslizándose hacia distintas cuartetas de la presentación, el estribillo (especialmente en las comparsas) y el popurrí. Y ya hoy, en que el fenómeno se ha equilibrado tanto con el regreso del pasodoble-piropo (de enorme calidad en los últimos tiempos y en los que todo es valorable -por así decirlo); ahí están los de Currillo Salazar; y las cuartetas y estribillos de casi todos los grupos. Si bien, no debería ser ninguna sorpresa que nuestra idiosincrasia esté también influyendo en nuestra coplas, esto es, frente a todo es maravilloso, nuestro acusado sentido crítico por todo lo malagueño. Qué se le va a hacer. Algunos aficionados recordaran el pasodoble de Juambe Cobos en Los Granujillas en las que reivindicaba el piropo, o la enorme lectura crítica que sobre los acontecimientos de la ciudad había realizado en el popurrí de Regimiento Fixo; como ejemplos de lo que aquí subrayo. Más recientemente y gracias a las gestiones de la Fundación ante la Junta, se ha logrado que también nuestro cuaderno de coplas prevea un concurso de letrillas dedicadas a Andalucía. ¿Y cómo ha sido la acogida de nuestros autores? División de opiniones en las que predomina un sentimiento crítico hacia el Premio, no porque no sea válido, sino por no llegar a tiempo... Durante décadas y con los mismos pasos que ha recorrido el piropo a Málaga, los de Andalucía han ido proyectándose también en las coplas, sin la necesidad de un premio. Ahí están todos los que Máxi Gómez ha escrito, que merecerán un estudio a parte, que ya planeo; como ejemplo más sobresaliente del espíritu crítico-laudaorio. Y como muestra, aquí trascribo uno de mi admirado Dede Cortés que resume un modo de respuesta muy específico y generalizado: no necesito un premio para escribirle más a Andalucía, lo que necesito es que se reconozca lo que soy. Lo que, por otra parte, viene a ser un gesto muy del andaluz, que no habla (o teoriza) casi nunca de su cultura (como hacen otros pueblos) sino que la muestra expresándola en todo lo que hace y dice. Y hacer coplas de carnaval es ya hacer Andalucía.
Por más que la Junta quiera
coplas pa su Andalucía
y por más premios que ponga
voy a cantar por igual.
Que mi copla lleva el nombre
del sitio que me pariera
cuando le canto a mi tierra
nunca me han faltao las letras.
Lo que sí estoy convencío
es que mi copla ahora es distinta a la suya,
si quiere letras por Dios, aquí tiene una,
aunque no hable de lo que usted quiera,
que mi letra se apellida
por su madre, malagueña.
Que bien lo sé que ustedes buscan en la Junta
esa copla que les cante que Andalucía solo hay una,
y que bufones de su corte manden besos
de los olivos a los barcos en la mar.
Mi Andalucía es lo que es,
una gran Feria de Agosto, es lo que es,
que la veis de cascarilla
compará con las casetas de Jerez
y de Sevilla.
Es la copla por febrero
para usted irrelevante,
si no mire su concurso
que ha llegado diez años tarde.
Es peineta y es mantilla,
es un trono en la Alameda
aunque pa usted solo existan
pasos que bailan saetas.
Aquí tiene su letrilla,
guárdela bien por favor,
habla de mi Andalucía
¿de la suya por qué no?
Verde y blanca su bandera
pero no puedo olvidar,
que soy andaluz por la tierra que un día me pariera
y por su bandera que es verde y morá.
Comparsa FUENTE LUCENA, 2007. Autor letra: Dede Cortés Serón.
El disfraz recrea el entorno festivo de la Fuente de los Doce Caños en Alhaurín El Grande hacia 1950.