Es mi tema preferido. ¿Cómo puede ser Capital de la Cultura una ciudad como Málaga y conseguirlo la actual Corporación cuando se relega la cultura popular? Es imposible. Una ciudad es primero culta con lo que es propio y luego aspira a ser capital de lo que sea. Y pretender obtener el título de culta con dos grandes museos (y uno más en ejecución) y un festival de cine, esto es, con la cultura que hace el dinero y solo el dinero; será siempre juzgado como pobre. Así de fácil. La cultura que se compra no llega a ninguna parte, no perdura en el tiempo. Ejemplo hay en cientos de municipios. Este verano, y con motivo de una conferencia de Rafael Acejo en Ámbito Cultural sobre la figura del gran Miguel de Molina, se lamentaba (con dolor malagueño) por la ausencia total del artista de la Feria 2008, ni un homenaje, ni una reseña, nada; en el año del centenario de su nacimiento. Ni el más mínimo interés del Ayuntamiento y con tanta feria y derroche por delante... Por eso una vez más insisto: fenómeno cultural con mayúsculas en la Málaga de los últimos treinta años sólo hay uno y es el Carnaval. Claro, qué iba a escribir yo. Me explico. Que el pueblo retomara, tras cuarenta años de silencio, la fiesta del carnaval como fruto de la memoria popular y durante el primer lustro (1979-1984) danzara solo, sin apenas apoyos económicos ni gubernativos, y haya llegado al nuevo siglo ofreciendo, disfraces, coplas, algarabía callejera, dioses, desfiles a la ciudad...; sí es cultura. Y con el dinero justo. Y con, al menos, dos generaciones nuevas incorporadas a la celebración ya como referencia cultural y festiva. Y sin una sede adecuada. Y sin el reconocimiento social que se le debe a esta fiesta y sus protagonistas; sin que cualquiera de las instituciones ciudadanas que siempre premian por todo al Alcalde de turno (cada vez que pueden), se dignifique de una vez por todas, en premiar a Carnaval como cultura y por los méritos contraídos con la ciudad durante esta nueva trayectoria que suma ya treinta años (1980-2010)... Pero también para esto esta ciudad debería primero ser culta, y luego aspirar a ser representación de la cultura.
Si un domingo está aburrío
No lo dude, hágame caso
Lléguese al museo Picasso
Y no se vaya de vacío.
Si un domingo está aburrío
Lléguese un ratito al centro
Va a sentir en sus adentro
Lo que nunca habrá sentío.
Si un domingo está aburrío
Ni si quiera se imagina que a la vuelta de una esquina
Hay mil tesoros escondíos.
Si un domingo está aburrío arréglese,
Baje usted con su chiquillo y su mujer
No saldrán arrepentíos.
Tal vez prefiera usted llegarse hasta el Palacio Episcopal,
Que exponen obras de arte espectaculares
O puede ser que no le guste la pintura ni ná de ná
Y vaya al museo de Costumbres Populares.
Puede llegarse hasta la Iglesia donde está la Expiración
Que allí puede ver enseres extraordinarios
Y al malagueño, por el contrario
Por más que busque no creo que vaya a encontrarlo
Ni en un museo ni en ninguna exposición.
El malagueño en el IKEA está mejor,
Pues le aburre la escultura
Les agobian las pinturas,
Después querrán ser capital de la cultura.
Murga PA VIAE ER MÍO, 2008. Autor, Alberto Zumaquero.