
El pintor y grabador de origen flamenco Jan van Bike Miel desarrolló gran parte de su carrera pictórica en Roma. Relacionado con la corriente de los bamboccianti, pintaba obras de pequeño formato en las que mostraba la vida cotidiana de la clase humilde. Pero aportó un cambio a estas composiciones, quitándole protagonismo al paisaje en favor de la anécdota. El carnaval en Roma, en El Prado, es una de sus mejores aportaciones a este género.