Conversación con Mariano Bravo Garrido. Murga Los Chupitiras de 1980 y el recuerdo del carnaval republicano.
La verdad es que ahora no recuerdo muy bien cómo localicé a Mariano Bravo. Creo que fue Miguel González Arjona el que me puso sobre la pista: la Peña Victoriana El Rocío. Si no recuerdo mal me presenté una tarde en la Peña, y pregunté por el presidente. Y mientras esperaba me dediqué a contemplar las fotos de carnaval en las paredes; y al preguntar por un tal Mariano Bravo de la murga Los Chupituras, él estaba en una mesa jugando al dominó. Al escuchar que se interesaban por él, dejó la partida y me atendió. Era tarde y acordamos que le llamaría para vernos otro día. Semanas después, en el invierno de 1989, acordamos una nueva cita cuyo lugar eligió expresamente: el bar El Piyayo en la Plaza de La Victoria, un bar repleto de recuerdos carnavalescos. Nos situamos junto a una foto de la comparsa Los Marineros de 1936, pulsé el Record de mi grabadora...
"Yo recordaba esas letras de niño, cuando se reunían en los corralones los comparsistas, ya en el tiempo de Franco. Eran los componentes de la Comparsa del Conejo, las cantaba el nieto del Conejo..."
"Esta fotografía está tomada con el fondo de la Iglesia de La Victoria desde la bajada del Camino Nuevo... es la comparsa del Conejo, de José Pinazo el Conejo, Los Marineros del año 36... Mira, ésta es la foto de nuestra murga, Los Chupitiras, un apodo popular de las gentes del barrio, que se refiere a esta elegancia de las gentes del barrio; ja, bien vestidos, pero con el estómago vacío. En los días anteriores a salir como grupo... en la foto están las niñas Mari Carmen Gil y su hermana, y, María del Carmen Mateo; además de Paco Doblas, Pepe Gil, Pedro Rosas, Manuel Muñoz el dueño del bar Piyayo; Antonio Arlandi, el del Bombo; Miguel González, Enrique Pizarro, Antonio el Mecánico, Antonio Ortega, Rafael Alarcón, y aquí estoy yo, Mariano Bravo, como director... No llevábamos guitarras, solo caja, bombo y pito. La murga nación en seno de Pela Victoriana el Rocío, a finales de 1979... Todo muy deprisa, buscar la ropa, los instrumentos... Nosotros mismos hicimos los cenachos... Salimos de pescadores marengos. Teníamos letras antiguas que se adaptaron... Había una letra que la adaptamos a los proyectos del Mundial 82, que se preparaban en la ciudad...
Señores, los malagueños,
Contentos debemos estar
Porque próximo con los Mundiales
Málaga entera van a reformar.
Los Concejales acordaron
Hacer de esta tierra
Una estrella divina,
Y por esto han acordado
Hacerle un techo al Guadalmedina.
Para asombro de los forasteros
El Calvario lo quieren poner
Entre el Río y el hoyo Espartero
Y en Gamarra la calle Císter.
El teatro Cervantes
Lo pondrán en Zamarrilla
Y el muelle con sus barandas
En todo lo alto Las Lagunillas.
"Y el estribillo decía: Claveles, claveles rojos; claveles como la grana. Madre, cómpreme usted uno, que se va La Victoriana, Victoriana de El Rocío... Y también adaptamos muchas letras de los carnavales antiguos. Había otra letra de una moneda mezquina, un suceso real de unos estercoleros, donde creo que apareció una moneda de oro y se hizo una copla muy popular de antes de la Guerra.
Tirada en la basura
estaba un día
una moneda de oro
que a un rico avaro pertenecía.
En el fango y cubierta de cieno
la moneda un día apareció
y en los grandes corrales de la huerta
la moneda su brilló perdió.
La basura que tenía,
los cerdos se la comieron
y la moneda mezquina
para nada quisieron.
Cierto día un hortelano
en el huerto la encontró
y satisfecho y ufano
a su hermano se la enseñó.
Como dos fieras dañinas
siendo hermanos se mataron,
por la moneda mezquina
por la moneda mezquina
que los cerdos despreciaron.
"Era una letra increíble. Yo recordaba esas letras de niño, cuando se reunían en los corralones los comparsistas, ya en el tiempo de Franco. Eran los componentes de la Comparsa del Conejo, las cantaba el nieto del Conejo... Pero siempre en comparsa, no en murga. En murga había uno muy famoso que era el Bollero, que vivía por ahí por la bajada de Los Postigos, por el Molinillo; pero su repertorio era todo de chufla, guarrerías. En Los Marineros había más seriedad, era una comparsa... Recuerdo otra letra de entonces...
Cómo está España para vivir.
Le preguntaron a un pobre obrero
la otra tarde en el muelle
dos turistas extranjeros.
Yo gano cuatro pesetas
aunque mi jornal no es fijo
con este gran capital
tengo mi mujer y tres hijos
en la casa no tenemos
sillas ni mesas ni clavos
y nuestros vestidos son
especie de taparrabos.
Porque no le pago
me grita el tendero
y a la calle quiere
tirarme el casero.
Yo no puedo gobernar
mi casa de esta manera.
Yo no la puedo gobernar
presento mi dimisión
como Primo de Rivera
"Esta era una copla de la dictadura de Primo de Rivera... Y todo se hacía en el barrio, en el carnaval del Barrio, de la comparsa Los Aviadores de los años 32, más o menos. Era una letra que se refería al escritor Valenciano, tan célebre en la época, Vicente Blasco Ibáñez. No me acuerdo bien, pero más o menos decía...
Ha muerto Blasco Ibáñez
Sublime y gran novelista
Que fue de las letras patrias...
Porque ganaba dinero
La ignorancia lo estrujaba
Sin embargo el hombre de ciencia
Por su obra lo admiraba
Del político no hablemos
Cumbre de los escritores,
Su Cátedra y su Barraca
Con sangre y arena dice
Pasó Los Cuatros Jinetes de la Apocalipsis,
Volando sobre tu tumba
Este Coro de Aviadores
Por Málaga le ofrendamos
Esta corona de flores...
"Esta era de Los Aviadores, y te hablo del años 32 ó 33. Yo entonces tenía 3 o 4 años, pero después, de chavea, no perdí el contacto con los componentes del grupo, ya con Franco... Y esa letra la he cantao con ellos en los años 40 y 50...
-¿Queda algún componente vivo de esta foto de Los Marineros...?
-Uf, no sé yo... No sé si el Arturo..., de quien recopilé tantas letras... Es un hombre hoy con más de 80 años. Yo le preguntaba sobre ciertas letras que recordaba y él me las cantaba verso por verso... Es éste de la foto; bueno, Arturo le decíamos por su padre, que sí se llamaba Arturo; pero su nombre real es José Muro Gómez. Ahora es pensionista, pero fue portuario. Vive y va mucho por la Peña...
"Después de cuatro décadas sin festejos, salimos a la calle con la novedad de divertir al pueblo; nos sentíamos protagonistas de algo concreto y queríamos mostrarlo a Málaga".
-Háblame de vuestra murga, Los Chupitiras, y del carnaval 80.
-Aquel carnaval fue algo maravillo. Después de cuatro décadas sin festejos, salimos a la calle con la novedad de divertir al pueblo; nos sentíamos protagonistas de algo concreto y queríamos mostrarlo a Málaga. Cantamos en el Eduardo Ocón, y uno del grupo, como nos llamábamos Los Chupitiras, ofreció al público almejas... A nuestra peña no le concedieron una caseta en el Parque. Después de aquel año, las circunstancias profesionales y personales me impidieron continuar más año dentro de la fiesta... Todavía cuando llega el otoño y el invierno echo de menos los ensayos, con lo bien que lo pasábamos...
-¿Cómo acogió vuestra Peña la idea de hacer una murga?
-El presidente de entonces, Álvaro Martín Montalvo, nos apoyó mucho. Pero yo fui el motor de la iniciativa dentro de los socios, y de todos los detalles: el vestuarios, los instrumentos... y los gastos totales los apalabré con el dueño de Electro muebles, de la Alameda de Capuchinos, Tomás Zarza, una excelente persona que se ofreció, puso veintitantas mil pesetas (de las de entonces) para todos los gastos de la murga. El bombo tenía impreso por una cara la murga, y por la otra anunciaba Electro muebles Zarza...
-¿Y qué recuerdos tienes de la acogida del público?
-Fue lo mejor. El día del pasacalles, acordamos el grupo ir a comer a un merendero del Palo, íbamos disfrazados, y en el propio merendero la gente que allí estaba nos hizo cantar y cantar; así que era la hora de volver al Centro para el desfile y nos dejaban irnos. La gente llamaba a sus padres y abuelos para que viniesen al merendero a vernos, porque decían que llevaban años que no veían carnaval. Luego una familia nos llevó a su casa, para que nos pudieran ver unos abuelos... Fue algo inolvidable.
-¿Tuvo continuidad la murga después de 1980?
-Yo no pude seguir por motivos de trabajo, y creo que algunas muchachas de la peña hicieron un grupo, Las Ratitas Savias; creo, no sé si solo salieron para la calle. Pero el grupo Los Chupitiras no volvió a salir. Aunque algunos componentes, años después, hemos recordado la murga con actuaciones en algunos hogares del Pensionistas. Fuimos a Vélez, en Benamargosa, a Álora, y algunos pueblos más; pero para cantarles a los jubilados... En Vélez fue muy emocionante, porque hubo abuelos que cantaban las coplas con nosotros y otras que ellos recordaban de sus tiempos...
"Los comparsistas y los aficionados, yo era un chavea entonces, nos sentábamos en el bar Los Cuñaos, en los reservados; y también en los corralones de las casas; los hombres que habían salido en las comparsa del Conejo y otras, de incognito, cantaban esas coplas, y otras nuevas que hablaban de la Guerra y de Franco..."
[En ese momento, en el Bar el Piyayo, entra el nieto de José Pinazo Conejo...]
-Niño, ¿cómo se llamaba tu abuelo?
-José Pinazo Conejo, Pinazo Conejo.
-Este es el nieto de este señor de la foto, el comparsista más grande del barrio. El Conejo, José Pinazo Conejo. Que sacó Los Aviadores, una comparsa que siguió con el mismo nombre durante diez u once años... Las letras cambiadas, las músicas diferentes; pero la gente los llamaban Los Aviadores... Todo lo que cantaba hacían referencias a casos verídicos, bien de forma seria, o en cuplés. Fueron ídolos en el barrio... Lástima que no me acuerdo de más letras... Otro día tenemos que quedar en la Peña y haber si localizo a Arturo, para que te las cante...
¿Hubo celebraciones de carnaval en el barrio en los años 40 y 50?
-Claro; pero de otra forma. Los comparsistas y los aficionados, yo era un chavea entonces, nos sentábamos en el bar Los Cuñaos, en los reservados; y también en los corralones de las casa; los hombres que habían salido en las comparsa del Conejo y otras, de incognito, cantaban esas coplas, y otras nuevas que hablaban de la Guerra y de Franco... Pero sobre todo recordaban las letras de los años anteriores, de Primo de Rivera, del General Mola, del asesinato de los anarquistas en Barcelona... había una letra que decía...
Hoy tenemos en la memoria
A cuatro seres tiranos
Que mancharon nuestra historia
En tiempo no muy lejanos.
Uno de ellos fue Mola
Aquel asesino malvado
Que en la región española
Sembró sangre de estudiantes
Fue Martínez Anido
Siniestro y jefe de pistoleros
Por todos conocido
Como el asesino de obreros.
Alfonso XIII el Tirano
Y Berenguer criminal
Fueron los dos encauzados
Del Desastre de Anual...
"El desastre de Anual fue en Marruecos en el año 17, ¿comprendes? Buenos pues todas esas coplas las aprendí yo porque ellos las cantaban de incognito en el barrio, era su forma de protesta contra la Dictadura de Franco... Nos reuníamos también en el Bar Fuentes, en el interior tenía un patio. Yo era un chavea, y como me gustaba me pegaba a ellos a escuchar esas coplas. Alguna vez venía el dueño y nos avisaba porque podían estar escuchando los falangistas... Había que verlos recordar aquellas coplas, y lo bien que lo pasaban, recordando lo que tenía prohibido.
"También de chavea veía a veces al Bollero por el barrio. Era un hombre simpaticón, de una clase muy baja y poca cultura. Estaba muy relacionado y vivía por el Molinillo... Tenía una gracia muy espontánea y era muy popular en los años 40, a veces muy pícaro, sus letras eran merdelloncillas; pero bueno, la gente las recordaba, y se las recordaban a él cuando le veían; ya digo en los años 40... Pero el estaba más por el Molinillo, y yo no le veía tanto como a los comparsista del Conejo...
-Admirabas mucho a José Pinazo, el Conejo.
-Era un hombre de mucho mérito. Componías todas las letras y músicas de la comparsa. Como carnavalero fue el mejor de Málaga en su época...
© DAVID DELFÍN
NOTAS:
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En 1991, con motivo de los programas de Radio Pinonar; llamé a Mariano Braco para realiza un programa homenaje a José Pinazo Conejo, y que intentase localizar al Arturo, José Muro Gómez... Y así fue. Un sábado por la tarde fue a recogerles a barrio y desde allí nos dirigimos hasta los estudios de Radio Pinomar en Alhaurín El Grande. José Muro Gómez tenía entonces ochenta y tantos años y una salud delicada, aunque una memoria prodigiosa sobre sus años de juventud y carnaval... durante la retransmisión cantó numerosas coplas republicanas; repito: cantó. Luego sería posible recuperar musicalmente estas tonadas.
Cuando finalice la transcripción de los 80 minutos de esta grabación, aquí podrá leerse.