El comparsista Dede Cortés dio ayer el pistoletazo de salida al carnaval en la calle con un pregón convertido en obra de teatro. El pregonero comenzó contando la historia de «un malagueño cualquiera que a través de la radio descubre la magia de una fiesta cualquiera» en el año 1993. El carnavalero de Alhaurín el Grande estuvo acompañado en todo momento por su comparsa, que interpretó diferentes coplas de agrupaciones míticas como Por arte de magia, Con estilo propio o El molino de los corchos.

Cortés fue desgranando cómo le entró el gusanillo por la fiesta o montó su primera agrupación para cantarle a Málaga. Y entre tanto fue introduciendo reseñas históricas para demostrar el arraigo de esta fiesta que es cultura popular. Así, en un momento del acto le comentó a su amigo Salva que el carnaval «era una gran fiesta en nuestra tierra hace ya 100 años» y que en toda España se conocían las dos caras de la fiesta. «Por un lado, el carnaval de la burguesía, con sus fiestas de máscaras, que movían a toda la ciudad y el baile de la prensa y por otro, el carnaval del pueblo, con las murgas y murguistas como el célebre Diego el Boyero».