Problemas de doblaje
(Diario La Opinión de Málaga, 2 de febrero de 2004)
(En homenaje a Aurora Luque, conferenciante del Carnaval 2004)
En la toma perfecta, cuando el guión es bueno; y los actores fijen dignamente ser héroes, el tiempo marca las estrías, va apagando, uno a uno los focos y la banda, sonora se interrumpe. Sensación de pantalla desgarrada, la insuficiencia siempre de vivir. Desde la recuperación del carnaval (1979) y durante todo este cuarto de siglo la reflexión ha sido una de las constantes de la fiesta en Málaga. Ningún otro acontecimiento ciudadano y cultural ha asumido en este tiempo esa función reguladora con tal precisión y maestría. Recordemos los pregones de Julián Sestero (1985), Rafael Pérez Estrada (1988), Fernando Quiñones (1989), José Miguel Morales (1990), o José Infante (1993), entre otros y todos ellos de forma destacada, que significaron lo que el carnaval es a la condición humana. Que frágil la película, que intentamos rodar en esas horas, para sesión privada y clandestina, en la pantalla interna de los párpados. En 1997 (gracias la iniciativa de José Luis Ramos y Juan A. Vigar) fueron creadas las conferencias inaugurales con el propósito de mostrar todos los elementos que nos unen y nos igualan dentro y fuera del marco festivo. Los profesores Garrido Moraga, Ruiz Noguera y Elías de Mateo, el poeta José Infante, el pintor Bornoy, y, el escritor Garrida Vela, han versionado el ayer, el hoy y el siempre de esta cultura viva a la que la ciudad (institucional, principalmente) ignora como si se expresara en otro idioma. Hace años que ni asiste el concejal de cultura de turno... Pero el guión es bueno (ahí están las miles de coplas, los pregones y estas conferencias como prueba) solo hay que prestar un poco de atención. El pasado martes fue mi admirada poeta Aurora Luque quien nos asomó a los ecos mediterráneos de esta cultura festiva. Con versos del primer libro que leí de ella ilustro este reconocimiento a las mejores páginas del carnaval, tan ilegibles para algunos. Sueños de gabardinas, por calles satinadas de humedad, labios muy densos, casi negros desde la sala. Juventud, cinta de celuloide erosionado, un guión mediocre, problemas de doblaje.
© David Delfín