Todas las voces
(Diario La Opinión de Málaga, 20 de enero de 2004)
La dimensión de nuestro carnaval ha condicionado sus resultados durante las dos últimas décadas, ha enriquecido algunos aspectos y ha ralentizado otros. Así ha sucedido con el coro carnavalesco, la modalidad que exige un mayor conocimiento de la técnica instrumental y vocal. "La alegría del carnaval ha inundado Málaga entera... Que suenen los bajos, también los tenores, que afinen los altos, guitarra da el toque, y sácame el tono, que por tus rincones, se escuche con fuerza, la copla del coro" (Coro Ciudad de Málaga, 1989). Desde 1980 nuestra fiesta cantada no ha hecho sino evolucionar hasta conocer la técnica y esta circunstancia ha permitido, entre otras, la progresión tan admirable de la comparsa actual, aunque todavía no del coro, a pesar de los notables esfuerzos y empeños personales de Rafael Acejo, al frente de la Fundación, al promover la modalidad junto al impulso creador de José Miguel Morales y Juambe Cobos. Siempre esperé a que los grandes comparsistas (los hermanos Pastor, J.M. Morales, López Soriano, y el Maestro Serón, por citar solo algunos) se decidieran por esta modalidad. También Miguel González apostó desde 1993 ilusionadamente y, alcanzado dos importantes hitos en 1994 y 1995 con "Verde que te quiero verde" y "A la reconquista", ambos bajo la dirección de Juan Chica. El primer coro vino de Ronda "La gente de mi pueblo" y el más reciente, es mixto (lo que supone una dificultad adicional en el ordenamiento de las voces) y llega de Vélez puntual a su cita desde 1996 con la maestría musical de Francisco Barranquero, demostrando en todo este tiempo que del tanguillo lo más valioso es el mensaje, la ocasión de hacer sonar todas las voces, incluida la del autor. "Déjame cantarte siempre con mi coro, porque el carnaval siempre fue libertad, y yo quiero ser libre para sentir el coro, como mi modalidad" (Wellcome to the carnaval, 2003).
© David Delfín