Hablar de Carnaval es hablar de miles de vivencias, de recuerdos, de momentos buenos, de momentos no tan buenos, en definitiva, hablar de carnaval, en mi caso, es hablar casi de mis 26 años cumplidos.

Yo recuerdo aquel carnaval en la Plaza de Toros, del Concurso en el Cánovas, de la actuacion de los grupos en el Eduardo Ocón, y de infinidad de cosas que ya no las he vuelto a vivir, o las he vivido desde otro prisma absolutamente distinto; queda lejos pero las recuerdo perfectamente.

Desde aquellos años hasta ahora ha llovido bastante (sobre todo en noviembre del 89) y desde aquellos años hasta ahora han pasado muchisimas personas, la Fundación ha pasado por varias nomenclaturas, distintos pregoneros, mas o menos acertados, muchos autores, muchos grupos que ya quedaron en la historia, muchisimos componentes que prueban esto del carnaval y se quedan dentro de el, otros que no les gusta tanto; pero de tantas y tantas personas que han pasado por esta fiesta, yo personalmente me quedo con una persona, que sin conocerla profundamente me merece el respeto que ella sola se ha ganado a pulso. 

Solo decir que es una persona que desde que yo iba disfrazado de la mano de mi padre estuvo presente en el mundo del carnaval, y 22 años después sigue presente en activo dentro de esta locura, sin tener ningún premio que alcanzar, sin esperar que ningún carnaval de provincia contrate a su agrupación, sabiendo que solo le van a pagar con sonrisas e ilusión de un puñado de futuros artistas que están siendo moldeados. Ella es Paqui Prieto, toda una institución dentro del carnaval de Málaga, y la que no ha sido aún galardonada con el pito de oro que los grupos otorgan a una persona cada año. Esperemos que pronto tenga esta insignia luciendo en su solapa y que sirva al menos como reconocimiento a esa labor impagable que ha realizado todos estos años, y esperemos siga realizando por otros 25 años de carnaval.

Sirva esta letra de pasodoble como un pequeño homenaje a una gran persona: