El 10 de agosto de 2025, Sevilla conmemoró el 89º aniversario del fusilamiento de Blas Infante, considerado el Padre de la Patria Andaluza, en un emotivo acto organizado por la Fundación Blas Infante en el kilómetro 4 de la antigua carretera Sevilla-Carmona.
Blas Infante Pérez de Vargas nació el 5 de julio de 1885 en Casares, Málaga, en el seno de una familia humilde pero con firmes valores. Desde joven, su interés por la historia, la cultura y la justicia social lo llevó a estudiar Derecho en Granada. Aquel muchacho curioso no solo absorbía leyes, sino también la identidad y las raíces de su tierra, a la que amaba con una pasión que marcaría toda su vida. Esa semilla germinó en una Andalucía de comienzos del siglo XX, sumida en la pobreza y el olvido, pero llena de un espíritu que él se empeñó en rescatar.
Durante su carrera profesional como notario, Infante recorrió pueblos y ciudades, entrando en contacto con jornaleros, campesinos y artesanos. Escuchaba sus penas y aspiraciones, entendiendo que la cuestión andaluza no era solo política, sino cultural y moral. En 1915 publicó Ideal Andaluz, una obra que se convirtió en manifiesto: abogaba por una reforma agraria, una educación digna y la recuperación de la identidad histórica. También impulsó la creación de Centros Andaluces, espacios para el debate y la difusión de un proyecto colectivo.
Su compromiso lo llevó a profundizar en el pasado andalusí y en las raíces populares. Blas Infante reivindicó la bandera blanca y verde, el escudo con Hércules y las columnas, y promovió el himno andaluz con letra inspirada en la poesía popular y la tradición pacifista. Este ideario, lejos de ser un simple programa político, era un ejercicio de autoestima colectiva: devolver a los andaluces el orgullo de su historia y el derecho a decidir su futuro. Por ello, la Asamblea de Ronda de 1918 lo reconoció como uno de los principales impulsores del andalucismo.